
La muerte de un joven estadounidense por una sobredosis de fentanilo en territorio mexicano obliga al exespía Abraham Woodhill a volver a la acción. Para desmantelar a los cárteles responsables, decide unir fuerzas con Jake Byrne, un exagente preso apodado el “Diablo Blanco”. Juntos se adentran en una red de violencia y traiciones que se extiende por selvas, comunidades aisladas y fortalezas controladas por el crimen organizado.